El divo no ha muerto, sigue vivo

Desde temprana hora y a pesar de la lluvia, miles de capitalinos y oriundos de otras entidades federativas, e incluso países, llegaron a las afueras del Palacio de Bellas Artes, donde, alrededor de las 16:15 horas llegaron procedentes de Ciudad Juárez, los restos mortales de Alberto Aguilera Valadez, a quien el pueblo mexicano se puso a sus pies y entre lágrimas, jolgorio y cantos, recibieron en esta Ciudad de México, que quedó literalmente paralizada desde su llegada al Aeropuerto Internacional, donde desde la semana pasada esperaban darle el último adiós.